Buenas noches,
¿Cómo estás? Te seré sincera, este fin de semanas, aparentemente de descanso, han venido muchas emociones a mí. Algunas placenteras y otras muchas no tanto. Es curioso, cuando parece que mejor te encuentras, a nivel personal y profesional, una ola grande te sacude y vuelves a la orillita, con frío en el cuerpo y con la tarea de volver a adentrarte, mar adentro, para surfear.
En estos días que tantas pruebas internas he tenido y estoy teniendo que superar, me viene bien este texto y por eso hoy lo comparto contigo. Deseo que también te sirva.
Cuando te enfades, vuelve a ti mismo y cuida de tu ira.
Y cuando alguien te haga sufrir, regresa a ti mismo y cuida de tu sufrimiento, de tu ira.
No digas ni hagas nada, porque cualquier cosa que digas o hagas en un estado de ira podría estropear más tu relación.
La mayoría no lo hacemos, no queremos volver a nosotros mismos, sino perseguir a esa persona para castigarla.
Pero si tu casa se está incendiando, lo más urgente es volver a ella e intentar apagar el fuego y no echar a correr detrás del que crees que la ha incendiado, porque si haces eso, tu casa se quemará mientras te dedicas a perseguirle. Y eso no es actuar prudentemente.
Debes regresar y apagar el fuego.
O sea, que cuando estás enfadado, si sigues relacionándote o discutiendo con la otra persona, si intentas castigarla, estás actuando exactamente como alguien que se pone a perseguir al hombre que ha incendiado tu casa, mientras ésta, está ardiendo…”
Thich Nhat Hanh
Así, con este texto leído y releído te dejo esta semana y confío en tenerte de nuevo ahí, al otro lado de la pantalla en breve. Mientras, pon tu corazón al servicio de la vida. Cuídate por dentro y por fuera. Escúchate, hazte caso y sé fiel a tí mismo, porque ahí reside tu autenticidad.
Feliz Semana de ATENCIÓN y PRESENCIA
Te abrazo, Marga
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